Que lleguen sin novedad, fue la última frase de Roberto al dejarnos sobre el mini bus que salía a las 14:20 de Pucón. Gracias dijimos y nos instalamos. Yo pensé que era buen momento para conversar de manera más cercana con mi amiga, después de un encuentro tan repleto de recuerdos y vivencias colectivas. Así, con Andrea tuvimos una vuelta a Temuco de puro blabla. En el pasillo del expreso, una niña muy rubia llamaba mi atención por su parecido con una excompañera de liceo. No era, sin embargo, no podía evitar recordar acontecimientos, mientras conversaba sobre otras cosas.
Llegando a Temuco sonó el celular de aquella rubia desconocida y familiar...
-No, no he visto noticias- dijo.
-Cuándo- agregó.
Ya en el Terminal, pasé a comprar unas leches, y entonces Andrea alejándose de una tele,me dice:
-Algo pasó con Pinochet, no sé qué, pero algo pasó.
-No se habrá muerto.
-No sé, pero alguna se mandó.
-No creo... habría más parafernalia. Terminé.
En casa, luego de hacer un resumen de mi ida a Pucón, mi padre me cuenta que efectivamente se murió, jua... no se sentía nada. Yo que creía que sería una alegría y no fue nada. Pienso que pudo más la sensación de inconformismo porque nunca fue verdaderamente enjuiciado, porque nunca se sanarán las heridas de tantos y tantas. Porque nunca se llevará el luto como dios manda.
Me recuerdo a los 8 años imaginándolo lleno de alfileres enterrados por todo el cuerpo como símbolo de justicia (plop), supongo que la mente infantil no discrimina entre lo satisfactorio y lo correcto, además yo no sabía que existía la apucuntura.
También viene a mi memoria la decepción después de la “vuelta a la democracia” y su vigencia como figura pública, fue entonces que entendí lo lejana que estaba la realidad, de mis deseos. Entendí que nunca nadie tendría los cojones de hacer justicia.
En fin, ayer vi parte de un reportaje a cerca de su vida y se me hizo que siempre estuvo medio tocado, no sé como se llama eso en psicología, pero tenía obsesiones desde siempre. Su hermana dijo que de niño (6 a), le exigía a la nana que le volviera a planchar los pantalones cortos para que quedaran con las líneas de pernera correctamente hechas. Me impactó también lo rencoroso que se mostraba de adulto. No miré mucho más el reportaje pues por lo carreteada que venía el sueño cada cierto rato me consumía. Pero me quedó en la retina ese síndrome militar que parecía congénito y de ineludible destino. Supongo que como siempre mis palabras son exageradas pero es mi forma de dejar en claro cuando lo que me sucede no es común.
Ahora lo bueno: - Murió el día de cumpleaños de su mujer…
- La falta de humanidad lo borró el mismo día en que se conmemora el aniversario de la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos por la Asamblea General en 1948. En 1950 la Asamblea General invitó a todos los Estados y a las organizaciones interesadas a que observaran el 10 de diciembre de cada año como Día de los Derechos Humanos (resolución 423 (V) (Fuente: Naciones Unidas)
- Ahora están exhibiendo mundialmente su cáscara (cuerpo desocupado) en condiciones repugnantes y ha sido prostituido o manoseado su “descanso eterno” pasando a ser objeto de voyerismo mundial.
- Ya no nos cagó la navidad (no se murió ese día).
Lo mediática e irónicamente malo:
- El quitasol es un ícono de “facha”. El que entiende, entiende.
Que haya muerto un miserable no es lo importante, sino que no nazcan otros.Actualización... (ya que nadie entendió)