2/27/2008

La voz de la pintora

Llegó como para las tres de la tarde, traía una maletita de plástico transparente con brochas, huaipes y otras cosas. Vestía un mono corto y encima una casaca. Sus piernas eran muy estilizadas y ella en general era muy menuda y frágil. Era domingo y antes de que le preguntara nada, mi esposo se adelantó y dijo: señorita pintora… pase. Ella asintió con la cabeza. Él le mostró los bordes que debía pintar. Siempre alrededor del techo, en el salón y dos pasillos.
Empezó por un pasillo, lo que la llevó al salón justo cuando estábamos reunidos tomando nuestro aperitivo. Ahí la observé, la observamos. La delicadeza y precisión de todas sus acciones nos cautivo. Ya no llevaba nada sobre el mono y su figura se hacía más contorneada con ese enterito azul abotonado desde entre sus pechos y hasta bajo el ombligo, y sus piernas, brazos, cuello y pies desnudos.
Pronto su trabajo se convirtió en un estupendo espectáculo, ideal para la hora del relajado aperitivo. Era verla tomar la escalera, cerrarla y moverla justo donde la necesitaba, subir cuidadosamente con la botella de yogurt contada en una mano y la brocha en la otra. Una vez arriba parecía que sus piernas se estiraban y todo su cuerpo se tensaba. No derramó ni una gota de pintura, tampoco movió escandalosamente los muebles de arrimo, ni tapó todo con papel de diario. Sólo se manejó con su escalerita y una hoja de diario que fue trasladando cuando reemplazaba la escalerita por el mueble de arrimo de turno.
Estuvimos horas conversando y a la vez, los tres, mirándola sin perder detalle, hasta que en vez de mover un baúl para ubicar su escalerita, la puso encima. Entonces pensé que se mataba, pensé pobre mujer, es muy frágil y menuda y delicada, si se cae no quedará nada de semejante criatura. Pero no fue así. Puso su escalerita, la acomodó, subió cuidadosamente a ella, siempre con las manos ocupadas, y una vez que estuvo arriba en cuclillas, enderezó sus piernas, alzando su cola a los cielos, con la misma gracia con que hacía todo. Era como un espectáculo televisivo, con su toque lascivo.
Fue ahí que noté la baba en el rostro de mi esposo y de mi hijo. Entonces todo se volvió molesto en ella. Y me sentí desgraciada, ella era tan delicada y elegante como yo, pero era útil. De ahí en adelante sólo esperaba deseosa el momento en que terminara su trabajo. El momento llegó y la pintora se fue, y yo pude descansar.
Al día siguiente todo había vuelto a la normalidad y yo estaba admirando el jardín cuando, como a las doce treinta de la tarde, la veo aparecer y con otro maletín. Corro a su encuentro y le voy a preguntar si tuvo algún problema con el pago, cuando suena mi teléfono, es mi esposo, que me pregunta si ya llegó la pintora porque quedó de ir a esa hora a cambiar una llave de agua en el baño principal. Sólo dije sí.
Entonces ya no le pregunté nada, sino que la tomé de un ala y la instalé en el baño, mientras antes terminara, mejor.
Sin embargo, mi esposo vino al como nunca al medio día y ella aún no acababa. Él entró al baño y le dijo no se apenara y siguiera trabajando. Y yo al no entender el porqué, sentí que se me escapaba el alma del cuerpo, pero en realidad fue mi moral la que salió volando.
Almorzó con nosotros y por suerte no abrió la boca más que para comer.
Luego en la tarde terminó y se quedó en el patio hasta que mi esposo regresó. Entonces si que me sentí de nuevo feliz. Por fin se iría con todos sus overoles, sus maletas plásticas, sus habilidades y sus destrezas. Pero no fue así, sino al contrario.
Junto con mi esposo habían llegado unas cajas de cerámica. Y resultó que ella se quedaba a dormir porque vivía muy lejos y al día siguiente a primera hora empezaría a cambiar el azulejo roto, pues no sólo cambiaría ese, sino todos los que estaban en línea con él, alrededor de todo el baño.
Sentí que moría, un calor intenso me sofocó y ya no pude dormir en toda la noche esperando el momento en que mi esposo se saliera de nuestra cama al encuentro con ella. Pero eso nunca sucedió. En cambio, yo me quedé dormida en la mañana y no le pude hacer el desayuno a mi esposo y, cuando llegué a la cocina, ambos terminaban de desayunar.
Así continuó mi calvario y mi sueño durante todo el resto del día. Hasta que al final de la tarde me dormí en el salón. Desperté y eran las diez de la noche. Corrí al baño y ahí estaban. Los tres, reían mientras ella les enseñaba a poner los azulejos. Lo peor era no poder evitar ver mi horrible cara de recién despertada y humillada, en el espejo en la entrada del baño, la misma que ellos estaban viendo reflejada. Supongo que los espanté porque la clase acabo y ellos, mi esposo y mi hijo me invitaron a que fuera con ellos a comer algo.
Esa noche al fin se fue, de cheque en mano y todo. No quise ni ver cuantos ceros tenía el cheque porque prefería todos los ceros del mundo en sus manos a volverla a ver cerca de nosotros.
Decidí que desde ese momento me haría cargo de todo en la casa, nunca más ni una ampolleta permanecería quemada más de quince minutos.
Pasaron meses de tranquilidad y normalidad. Cuando se calló una cerca del jardín, no había llegado al suelo cuando yo ya había llamado a Don Manuel. En fin, la pesadilla había quedado atrás.
Llegó el cumpleaños de mi esposo y me quise dar una licencia. Me fui a su oficina con un hermoso regalo. Sabía que Daphne, su secretaria, sería mi cómplice si me veía llegar sin aviso. Entré al hall principal, de ahí directo a su despacho y en la antesala de éste, estaba Daphne. Fue verla y reconocerla. Ella se enderezó, me saludó y ahí supe cual era la voz de la pintora.

2/25/2008

Mi noche de festival!

En honor a la verdad no me había acordado del festival de viña, sino seguro algo le habría mirado por iniciativa propia, para mantener la tradición.
La cosa es que fuimos a Rancagua a dejar a Darío que no quiere quedarse con las ganas de pasar parte de sus vacaciones allá, y mi suegro puso el festival, así que me quedé mirando.
Era la cuarta noche y la primera sorpresa que me llevé fue que el BAFOCHI interpretó una parte de "Gracias a la vida" igual a como la vi en el documental "Viola Chilensis". No sé, será el mismo coreógrafo... igual fue una buena sorpresa.
De pronto aparecen los animadores, por suerte para mí ya no está la Bolocco y sus entradas circenses, en cambio, apareció un Sergio Lagos a rayas, mezcla de "Che copete" (de Pepo) y "Robbie Rotten" (de Lazy town).






Anunciaron a Nelly Furtado, y yo en mi memoria tenía a la Nelly del disco "Whoa Nelly", una mujer joven, casual, casi deportiva y muy morena y en cambio, se instaló en escena una "vieja", más parecida a Eva Perón que a mi recuerdo.
Con un vestido "cincuentero", lleno de drapeados, unos tacones altísimos, un peinado rígido y unas joyas con las que parecía estar diciendo: ¡hey miren, soy la que cobró más caro por venir a cantarles!, o... ¡aprendan tercermundistas lo que es glamour! (en ese sentido fue realmente una buena lección para la manga de mujeres "rasquelis" que siempre aparecen luciendo sus "encantos" es estos eventos).
De a poco fui asimilando la nueva Nelly y asociando la experiencia a cuando has dejado de ver a un primo menor y ocho años después te encuentras con una metamorfosis que te parecía imposible y, lo que en un primer momento me produjo un rechazo, se convirtió en una exquisita trasgresión con la que en realidad sentía mucha afinidad.
Era verla y pensar: Nosotras podemos hacerlo todo y sin bajarnos de los tacones, o: No necesitamos mostrar sobre la rodilla (o hasta el ombligo con el escote), sino tener carácter para seduccir a una multitud de babosos.
En fin, su osadía en cierto modo me subía el autoestima porque ponía la delicadeza y la elegancia por encima de la vulgaridad que en Chile conocemos por glamour.
Entonces su vestido "cincuentero", pasó a ser un vestido en extremo elegante, de un color amarillo puro, típico en personas desprejuiciadas, creativas y seductoras. Y los accesorios un símbolo de poder. Como la estúpida corona en un rey o los graciosos cuernos en un vikingo.
Bueno, quizá en ocho años más se haya tomado una "cachantún".
foto: http://www.elsiglodetorreon.com

Y cuando creía que nada me podría sorprender más, aparecieron los niños de Amango (jajajajaja) con unas ropas (jajajajajaja)... pobres criaturas. No sé quien las disfrazó.
Para colmo "como que cantaban", pero todo mal y "como que bailaban" pero cero creatividad y cuando les pidieron "bis" repitieron lo mismo. Claro que, ellos felices así que lo demás está demás (jajajaaja).
Por fin, intenté ver Calle 13 porque recordaba que algún periodista había dicho algo sobre "la profundidad del mensaje de sus letras", y resulta que parece que la cosa era saber jerigonceo porque no se les entendía nada, para colmo las pocas rimas que le entendí, no me parecían coherentes... más bien se parecían a las de Arjona, o sea, se comparaban a la creatividad de un pre-escolar... algo como: "que dirán en el vaticano, arriba el artesano". No sé. Mejor me fui a dormir.
Punto aparte, pero relacionado, anoche mientras veía "El final de la Inocencia" (Mauvaises fréquentations) una película de JEAN PIERRE AMERIS, caché que mi esposo casi no se rió con "el profesor Solomón" lo que en realidad me hace gracia.

2/22/2008

Chilectra y su ¿reliquidación?

Alguien sabe qué significa y por qué lo cobran.

En la cuenta de Chilectra me aparece lo siguiente:
(1) Cuota Nº 1 de 3 de Reliquidación. Art.171 DFL 4/2006 $1.144

Y luego abajo más chiquito lo "explican":
(1) Reliquidación de acuerdo al art. 171 del DFL Nº 4/2006, Ley General de Servicios Electricos
Total facturado $31.899
Total refacturado $35.210
Diferencia $3.311
Intereses $121
Reliquidación a cobrar en 3 cuotas de $ 1.144

Pregunté al 6900000 y me dijeron que es el alza del 1 de noviembre que ahora nos la van a cobrar a todos. Por esto quiero saber si a alguien más le aparece o si bien alguien tiene una respuesta mejor.

2/15/2008

Paseo del 4 al 8 de FEBRERO

Para leerlo como fotonovela, pinche estaa foto:

Salimos de Temuco y antes que todo conocimos el “by pass”, porque lo tomamos equivocadamente y en vez de partir hacia el sur, llegamos a Lautaro y tuvimos que pagar peaje para ingresar a Temuco, tomarlo nuevamente en dirección opuesta y por fin, dirigirnos hacía Freire, desde ahí a Villarrica, donde nos comimos unos helados artesanales con sabores a murtilla, cerezas del bosque, ¡mmmh!!! exquisitos.
Por Pucón pasamos sin mirar a nadie y en Caburgua visitamos la Playa Blanca, donde abrimos la puerta trasera del jeep y todo salió disparado, y un saco de dormir por su condición tubular, corrió ladera (polvorienta) abajo. Habría llegado al agua, de no ser por Darío que con sus cañuelas flacas lo alcanzó.
Desde Caburgua nos fuimos al Parque Huerquehue por un camino con unas curvas de "puta madre", ahí buscamos infructuosamente camping. Resultó que los lugares recónditos que mi esposo había encontrado en el mapa, estaban archipoblados de turistas. Debimos devolvernos hasta el camping Rapa Nui, que también quedaba al lado del lago Tinquilco, pero no tenía playa, pero si una hermosa vista. Era un camping bastante bien equipado, sin mayores comodidades, como el clásico enchufe por sitio, pero con buenos baños.
Nuestra primera excursión fue al Parque Huerkehue y no estuvo exenta de "por menores" pues una vez empezado el "camino" tipo rally que te deja en la entrada del parque (estacionamiento La pulguita), nos encontramos con un furgón que no podía seguir adelante y tuvimos que hacer el rally en reversa (de cola), yo no quería ver cuando cayéramos cuesta abajo, cosa que no pasó.
La cosa es que al final hicimos la ruta a la Cascada Nido del Águila y no la de Los tres lagos por una cuestión de tiempo. Poca experiencia, supongo. El trayecto por dentro del parque, antes de elegir la ruta, es genial, con árboles inmensos, casi imposibles de ver enteros y vistas al lago muy bellas. Con vegetación típica y olor a tierra mojada. De vuelta hasta truenos nos tocaron, pero fue una tormenta de "mucho ruido y pocas nueces", o sea, muy veraniega.
Después de la segunda noche en el lago Tinquilco, nos fuimos en busca de los saltos, no sin antes ir de shoping a Pucón, para poder hablar por teléfono (ENTEL no tenía señal en ninguna parte casi), adquirir algo que suavizara nuestro suelo al dormir y tomar once.
Esa noche nos alojamos en el Camping La China. Necesitarían estar ahí para sentir lo que sentí. No había nadie más en el camping, el sitio estaba al medio, entre el río Palguín y un cerro en una soledad absoluta, bajo árboles inmensos y como alguien dijo: “bajo el cielo infinito”. En un silencio terrible que invitaba a imaginar demasiado, para una, que tiene viva la imaginación ese lugar despertaba hasta los demonios más ocultos. El baño, un asco.
Al día siguiente conocimos el salto del mismo nombre, Salto de La China (que era como nuestro patio interior). Lindo, largo y delgado como nuestro país, colgaba desde el medio de un coliseo de vegetación. Excelente, además se han dado el tiempo de hacerle caminitos de llegada por todos lados. Estupendo para los niños. Pero el agua más helada que…
Como broche de oro conocimos el Salto El León, grande y mojado, te ducha gratuitamente. Lo malo, el cuidado de los dueños de la entrada que cobran $2000 por persona, pero no tienen nada atractiva la pasada, hasta madera aserrada se ve en el camino (después escribiré más).
Y luego de almorzar visitamos el Parque Nacional Villarica, originalmente la idea era llegar al glaciar que yace arriba, pero no nos dio el cuero, pues había que hacer todo el trayecto a pie ya que el puente de la entrada está cortado (igual hay quienes lo cruzan) y sólo disfrutamos de un lugar precioso, cordillerano y sin mayor intervención humana en su vegetación.
De vuelta pasamos al Salto El Puma, con sus caminos juguetones realizados por algún ser creativo que hasta le ponía nombre como "paso del gnomo" y vimos dos saltos cortitos antes, La alegría y La intocada y El Puma en cambio, sólo lo vimos desde arriba, algo que te hace sentir gigante, al estar al borde del acantilado y ver el vacío, los valles y la vegetación colgante. No deja de invadirte la curiosidad por seguir el agua, pero no tanto como para matarte.
El último día lo pasamos en las Termas de Palguín y Darío se atrevió a tirarse piqueros, a mí me tenía nerviosa, mientras el caía a la piscina termal una y otra vez en todas las posiciones posibles (no nos quedaban fotos). Muy relajante y como final de paseo, la mejor elección.
La vuelta a Temuco tuvo su matiz, pero sólo voy a resumirlo en que en Econorent, estaban tiritando en espera del jeep que lo entregamos algo tarde.
Al día subsiguiente nos fuimos a la costa con mi mamá y mi hermana, pero eso lo cuento otro día. Cuando ya esté en Santiago.

Por si quieren más info sobre los parques y cascadas:
http://www.parquehuerquehue.cl/
http://www.turismochile.com/
http://www.turistel.cl/
http://www.villarrica.com/

2/01/2008

Acá igual hace calorcito...

La verdad es que si aún viviera acá en Temuco creo que no tendría blog. Seguiría con mi cuaderno de antes.
Ayer jueves recién llegada acá me fui a acostar con mi hijo. Hacía 27 días que no nos veíamos. Despertó a las 10:30 y sus movimientos violentos me despertaron también. Me abrazó tantas veces y con tanto cariño.
Hoy estaba contento porque juntos pintamos un mueble de la bodega, y al final él ocupó el rodillo para las repisas del mueble y yo la brochita para los travesaños. Trabajo en equipo.
El domingo llega su padre y nos vamos a la aventura, a vagar por unos días... quizá al Parque Huerquehue, quizá a alguna laguna, quizá...
Sólo sé que voy a traer muchas fotos y mucho aire puro.