Antes de viajar, sólo unas horas antes, nos compramos otra cámara, una Nikon con la ilusión de tener mejores recuerdos de los lugares por conocer. La verdad es que el capricho era más bien mío, pero en fin.Resulta, como es obvio, que los mejores lugares fueron fotografiados con la cámara nueva. Lugares como: L'aquarium de Barcelona que tanto gustó a Darío, la Casa Batlló de Gaudí que tanto nos encantó a los tres, El Hospital de La Santa Creu I Sant Pau que es patrimonio de la humanidad o el Castillo de Gibralfaro en que Darío flipó, hasta que... en el Jardín Majorelle de Marrakech se cayó y no contenta con eso, rebotó dos veces y se estropeó el lente. Adiós cámara nueva.
Entonces, le pusimos la tarjeta de memoria a la cámara Kodak, pues la de ésta ya estaba llena, entre otras cosas con fotos de mi sobrino y su cumpleaños.
Bueno, ya con la cámara nueva estropeada, seguimos tomando fotos con la de siempre y la última foto que tomamos fue a Darío en el aeropuerto de Roma... después de eso, ni mi esposo, ni yo sabemos que pasó con ella. O sea, se nos perdió la cámara vieja con la tarjeta de memoria más grande y las mejores fotos y nos quedamos con la nueva, estropeada y con la tarjeta de memoria enana.
Por lo tanto, igual tengo una que otra foto... y aún tengo una pequeñita esperanza de recuperar la otra, cómo... igual como se llega a Roma. Ingrid, ahora tú también podrías unirte a esa esperanza :P




Estas fotos son todas de Granada: 1) en la parada de autobuses, 2) en la Casa-cueva en que nos alojamos, 3 y 4) en el Albaicín (o Albayzín) y 5 y 6) en la Alhambra y el Palacio de Carlos V.