Ya empezó, ya empezó, ya llegó... la claustrofobia invernal… la de siempre, la de todos los años. La sensación de que las ventanas, los barrotes y sobre todo, las paredes se han multiplicado, consumiendo el oxígeno, ocupando el espacio, destruyendo la paz y acorralándome contra mi misma, dejándome sin creatividad o atiborrándome de ella.
Ya empezó, la pesadilla, la sensación de ahogo, de sofoco, de descolorido invierno, que aún no llega, pero ya pena… siempre es igual y la lucha contra este monstruo del desánimo hay que ganarla a golpes y gritos, aunque termine necesitando volar y me termine porraceando.
Salu2.
Ya empezó, la pesadilla, la sensación de ahogo, de sofoco, de descolorido invierno, que aún no llega, pero ya pena… siempre es igual y la lucha contra este monstruo del desánimo hay que ganarla a golpes y gritos, aunque termine necesitando volar y me termine porraceando.
Salu2.
Que loco, a mi no me disgusta el invierno, eso sí siempre me vuelvo como para adentro, pero no me molesta.
ResponderBorrarMe gusta caminar los dias frios, hacer un queque y ver una buena pelicula los días de lluvia.
Eso sí, me carga levantarme con un grado bajo 0.
En el invierno por ley uno debería levantarse a las 11:00
Las cosas que nombras a mí igual me gustan... pero es que no sé, me viene como una ansiedad, supongo que donde los días se me hacen cortos, me pongo ansiosa de que no alcanzo a hacer todo lo que deseo e invento más cosas que debería hacer.
ResponderBorrarNo estoy clara.
Lo peor es que acá (stgo) no llueve y un invierno sin lluvia es como una lluvia sin sopaipillas.
Salu2.
Es verdad que no llueve tanto, pero cuando hay que salir todos los días esto es una ventaja... en invierno el café con leche sabe más rico... lo único malo del invierno es que no se pueden hacer asados... pero el olor a chimene a en mi talca natal... cómo lo extraño!!... al final, cómo dice el comercial, la vida es como te la tomas....
ResponderBorrarSaludos!