Soy yo de nuevo... he revivido.

El mundo seguía girando mientras yo permanecía tirada en un rincón como una prenda sucia esperando ser lavada. Pasé así una semana, encerrada en mi misma como los caracoles dentro de su caparazón. Fría y muda como las piedras en la calle.
El resfrío me había dejado completamente exhausta, y lo que es peor la ansiedad y la imaginación (porque yo si que me paso rollos) el corazón apretado y los nervios por el cielo. Fueron en resumen, una semana de malestar físico (escalofríos, nauseas, falta de apetito…), seguida de una de malestar psicológico que fue sazonada por la falta de internet. Un caos en mi vida, creo que de no existir mi hijo, habría metido la cabeza dentro de un cojín y habría olvidado que todo tiene cura, para perpetuar mi desgracia.
Es increíble como la falta de ánimo, tiene poder sobre nosotros, nos deprimimos y vemos todo oscuro y sin final feliz. Un día en la mañana por ejemplo, no podía dejar de sollozar sintiéndome que estaba sola, que no tenía con quien conversar, ni donde ir, en fin que mi vida no tenía sentido y en cambio, vivía enferma. Luego los mocos se me juntaron atorando mi nariz y me dieron nauseas, el resultado, me sentía tonta y ebria de inestabilidad. Peor que en cualquier síndrome premenstrual.
Ahora sólo quiero pintar el departamento, cortarme el pelo, comenzar a realizar las carteras para Kafuga, sacarme el DIU y olvidar este “bochorno”. Pero primero me voy a Temuco, por lo menos una semana, a reírme de los -8º C que dicen que hay, pues con el calor familiar que extraño tanto voy a estar más placida que en ninguna parte.

…

Sé que anda una cosa llamada “meme” que no sé bien que mierda significa la palabra en sí, y que alguna vez, alguien, hombre, no recuerdo quien, me invitó a realizar y nunca me acordé. Bueno, ahora me invita la señorita Andrea y lo agradezco mucho, porque lo tomo como una consideración. Pero en este instante, me parece un poco absurdo someterse a semejante tortura de tratar de decir quien soy cuando aún no soy nadie. Si quieren conocerme sólo deben ir de post en post y descubrirán lo llorona, nerviosa, tímida, soñadora, fantasiosa, poco asertiva e introvertida que soy. A eso podemos agregarle un par de cosas más personales como lo enamoradiza, irónica, hiriente, mentirosa, irresponsable y “Gatica” que puedo llegar a ser. Y por qué no, lo loca, insolente, chistosa, coqueta, tierna, ingeniosa y divertida que soy para algunos.
Nunca se sabe, quizá un día me atreva a realizarlo... pero será sin aviso.

Obra a ladrillo y carbón de Alain Leal Teillier.

Actualizo:
Aún cuando la perseverancia no es una de mis virtudes (o quizá sí ocultamente) instintivamente encontré a quien me había nominado a uno de estos juegos Leonardo... gracias atrasadas... Lo consideraré, un tanto tarde :D creo.

Salu2.